Todos los días la misma rutina. 8:45 am salgo del vagón del metro, salgo detrás de un señor con su traje oscuro, impoluto, ninguna arruga, su corbata con su nudo correcto y su zapatos negros. Los dos subimos como autómatas las escaleras mecánicas, el pensando en la lista de tareas que tiene que hacer en su despacho, yo con mi libro o quizás con música, pensando con desidia las cosas que deje sin hacer ayer en la oficina.
Pero aquí, se acaba todas las coincidencias. En esta esquina se separa nuestros caminos y también nuestras vidas. La sonrisa vuelve a mi cuando cruzo esa esquina donde siempre quise trabajar. Entro a por mi café en la cafetería de siempre. Doble expreso con leche, que me tienen preparado como todas las mañanas. Yo le respondo con una sonrisa y con la frase “cada día estas mas guapa, Lis!”. Subo a las 9:00 am y todo sigue como lo deje ayer por la tarde… un suspiro y una sonrisa picara se me escapa al recordar que en el fondo … esto es lo que yo elegí hacer!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario