domingo, 19 de febrero de 2012

Caida




Llegue un día gris, que anunciaba tormenta. Y mientras andábamos por un camino de tierra rodeado de hiervas altas, el guía nos explicaba que las cataratas tienen dos lados marcados, diferenciados. El lado brasileño donde eres el espectador donde ves todo el paisaje de las cataratas y el argentino donde tu eres el actor.

Así que aun recuerdo andar, por las pasarelas, e ir escuchando el ruido creciente del agua al desplomarse.

Y ahora, vuelvo a ser el actor, pero no me se el papel. Y no entiendo, la mitad de los ruidos que oigo. Ruidos que no hago yo, ruidos de aguas que vuelven a caer, por su propio peso de no entender.

jueves, 16 de febrero de 2012

Malena

- Llevamos bastante tiempo juntos, y… -en ese punto dejó caer la cabeza- ella no soporta esta situación por más tiempo.

- Me parece muy lógico -intenté concentrarme en descubrir cómo me sentía y ni siquiera advertí que mi corazón latiera más deprisa que de ordinario.

- Yo… Yo creo que todo esto…

podríamos hablarlo.

- No hay nada que hablar, Santiago -murmuré, sintiéndome su madre por última vez- . Si me lo has contado es porque ella te importa más que yo. Si no fuera así, nunca me habrías dicho nada. Tú lo sabes y yo también.

- Bueno, pues… Es que no sé.

Estás tan tranquila que no se me ocurre nada más que decir.

- No digas nada más. Vete a la cama y déjame sola. Tengo que pensar.

Mañana hablaremos.

Al llegar a la puerta se volvió para mirarme.

- Espero… Espero que logremos llevar todo esto como personas civilizadas.

Al darme cuenta de que estaba decepcionado, casi ofendido por mi impasibilidad, no pude reprimir una sonrisa.

- Tú siempre has sido una persona civilizada -dije, para compensarla-.

Y, sobre todo, un hombre sensible.

- Lo siento, Malena -musitó, y le perdí de vista.

Recogí los exámenes, lavé el vaso y vacié el cenicero, anestesiada por la sorpresa y por mi incapacidad para reaccionar frente a la escena que acababa de vivir. Me senté de nuevo en la mesa de la cocina, encendí un cigarrillo, y tuve ganas de echarme a reír al recordar los amargos reproches que me había dedicado a mí misma tantos años antes, cuando ni siquiera me atrevía a confesar en voz baja que habría preferido la tortura de un marido como mi abuelo Pedro a los parabienes de la vida conyugal con aquel pedazo de mosquita muerta. Reviviendo aquella torpe angustia, tuve ganas de echarme a reír, pero no lo conseguí, porque además de haber renunciado de antemano a la posesión de un hombre como mi abuelo, aquella mosquita muerta acababa de abandonarme a mí, y aparte de perpleja, estaba llorando.

lunes, 13 de febrero de 2012

Please Don't tell her

I hear she's kickin ass across the board and rock two hundred thousand higher scorer
Just in time to save the world of being taken over
She's a warrior
I couldn't play again because the game it never end it never even landed on the can
And never let me in to spend my quarter
There's no love for me no more

domingo, 12 de febrero de 2012

Nuevo intento


Lo intento, y lo vuelvo a intentar. Quizás no consiga que funcione o que se vea bien ... Pero, hay que intentarlo.